En el documento más antiguo del archivo del Ayuntamiento está reflejada la compra de Garón, en 1492, mediante el pago del censo, mil maravedíes, y 12 gallinas de por vida, a entregar el día de Todos los Santos. Aunque ya las crónicas constatan desde 1074 la existencia de este poblado de orígen mozárabe, según puede desprenderse también del nombre con que lo recogen: Garsón, y que hace referencia al jefe del asentamiento. En la actualidad, la ermita, la fuente y el soto constituyen un paraje único en el Cerrato.
En la ermita tiene su sede la patrona de Antigüedad. Su única nave deja al descubierto varios tramos diferentes. Uno, el central, de un románico promitivo, levantado en torno al siglo XII. El otro sería el presbiterio, varios siglos posterior, con el añadido de la espadaña y el pórtico.
La Virgen de Garón ocupa un lugar preferente en el corazón de todos los antigüedeños. A su llamada, el último domingo de Septiembre, se acude en una impresionante romería de fervor y fiesta. A los sones de la dulzaina y el ritmo del tamboril, entre vivas enfervorizados, se danza por grandes y pequeños la jota en honor a la Virgen.
Después quedará tiempo para compartir comida, mientras corre la bota, bajo los bien pantlados chopos del soto, que ven correr las aguas del arroyo, allí mismo recoge las sobrantes de la fuente del mismo nombre, que dicen tiene su nacedero bajo la ermita de la Virgen.